La alternativa a Scrum que estabas buscando.
Kanban es un sistema de gestión de proyectos que introdujo Toyota por primera vez en los años 40. Kanban permitió a Toyota asignar de una mejor manera los recursos cuando había un neck bottle en algunas áreas de producción. Luego de que la gente en la industria vio los beneficios que este sistema podría aportar a la velocidad de entrega en los proyectos, la industria tecnológica lo adaptó para su uso.
Una de las ventajas más importantes de este sistema es la facilidad con la que se usa, se actualiza y se adapta al equipo. De unos años para acá, Kanban ha estado luchando por ser el líder del mercado, haciéndole frente a su rival número uno; SCRUM. Las métricas son una de las fortalezas de Kanban, ya que tiene un conjunto de métricas que dan la oportunidad de comprender mejor lo que sucede dentro del equipo.
El principal objetivo de Kanban es ayudar a que los equipos se aseguren que cada parte dentro del proyecto se construya y se priorice con el mismo nivel de atención en cada paso. Este método deja de lado las fechas de vencimiento y da importancia al estado en el que se encuentra cada tarea.
Entonces, ¿cómo puedo medir el desempeño?
Una vez que ya tengas un tablero Kanban —sea físico o digital— te permitirá saber fácilmente lo que está en progreso, podrás saber qué tarea es la siguiente en la lista de pendientes y podrás identificar si existe algún neck bottle que esté deteniendo a tu equipo. Una característica importante dentro de esto es que de acuerdo a la manera en la que el tablero esté organizado y la forma en la que se prioricen las tareas pendientes, será la guía para asegurarse de que las tareas se terminan cuando se necesiten.
Sigue estas recomendaciones para hacer de Kanban tu mejor aliado:
1. Hazlo visible para todos.
Sea cual sea el modelo Kanban que uses, asegúrate de que todos lo tengan a la vista, ya que de esta manera podrás estar seguro que todos dentro del equipo están en la misma página. Esto aumentará la transparencia de las tareas, la colaboración y la comunicación.
2. Ponle un límite al trabajo en curso.
Si todo es prioridad, entonces nada es prioridad. Algo que solemos olvidar demasiado es poner en orden las prioridades, recuerda que demasiadas tareas al mismo tiempo hará difícil saber cuáles deben tomarse como prioridad y cuáles pueden esperar un poco más.
3. Enfócate.
De la mano con el punto anterior, viene el enfoque. Si tú y todo tu equipo se enfocan en una tarea a la vez, el trabajo será más fluido y la colaboración aumentará en el área.
4. Inspecciona.
Cada metodología es distinta y estamos en constante aprendizaje. No olvides mantenerte al tanto de cada paso.
5. Falla y aprende
Guía a tu equipo e inspecciona su avance, recuerda que hasta al mejor taquero se le rompe la tortilla y los errores son una constante en la curva de aprendizaje.
Cada falla es una oportunidad para aprender.
Experimenta
Definitivamente encontrar un marco de trabajo es una búsqueda constante. Sin embargo, Kanban puede ser la herramienta que estás buscando para gestionar el tu trabajo y el de tu equipo, ya que la flexibilidad y adaptabilidad es muy fácil de encontrar dentro de sus tablero. Aventúrate a incorporarlo dentro de tus proyectos.
¿Ya has usado Kanban en algún proyecto? Compártenos tu experiencia.